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5 formas en que la impresión 3D ha revolucionado la industria dental
La impresión 3D es una tecnología de rápido crecimiento en numerosos campos con especial relevancia especialmente en los laboratorios dentales, en gran medida debido a nuevos programas, escáneres 3D, tecnologías de aditivos y métodos de postprocesamiento que han aumentado la eficiencia y ahorrado costes llevando a velocidades de producción más rápidas con una mejoradísima calidad para beneficiar no sólo a médicos sino también a pacientes. De este modo se consigue que su experiencia sea más agradable gracias a precios más reducidos y plazos de tiempo más ajustados, otra de las pequeñas ventajas que esta tecnología ha traído consigo a la industria dental.
Productos dentales con calidad superior
Cuando se trata de fabricar dentaduras postizas, la impresión 3D aporta una gran cantidad de beneficios. Una de las mayores ventajas es la capacidad para fabricar con mejores acabados y calidades. Antes, utilizando métodos de trabajo tradicionales (y manuales), la calidad de los productos terminados dependía en gran medida de las habilidades de un técnico determinado. Obtener productos dentales consistentes y de alta calidad con una elevada probabilidad de error humano es terriblemente costoso. Sin embargo, ahora, con las impresoras 3D, incluso las estructuras más delicadas se pueden crear fácilmente ya que el componente se construye por capas y el proceso es controlado por un ordenador. En comparación con un clásico modelo de yeso, un modelo 3D está mejor acabado y resulta más duradero, siendo una alternativa eficaz. Las líneas y los bordes de un modelo 3D son suaves y precisos sin que ningún técnico dental tenga que preocuparse por limarlos. En comparación con un modelo fresado, un modelo impreso en 3D tiene una estructura más compleja que arroja un mayor nivel de detalle.
Las tecnologías digitales simplifican los procesos de trabajo, reducen el margen de error y la cantidad de mano de obra requerida, lo que se traduce en ahorros de tiempo y costes tanto en el laboratorio como en la práctica.
Los servicios dentales son más rápidos y precisos
Con la odontología digital, se reduce el margen de error y la automatización reduce la mano de obra, lo que se traduce en ahorros de tiempo y costos para laboratorios y consultas en todo el mundo. Donde la creación manual de modelos requiere mucho tiempo, la impresión 3D permite imprimir múltiples dispositivos de una sola vez y, además, la copia digital se recibe en minutos porque se envía electrónicamente. El técnico puede comenzar a trabajar tan pronto como llegue la copia del escaneo. Además, proporciona un lugar de trabajo limpio para el técnico, sin tener que lidiar con yeso o inhalar polvo resultante de la amoladora.
La precisión también se mejora ya que las impresoras 3D convierten imágenes digitales en objetos físicos imprimiendo capas de 16 micrones de espesor una encima de la otra. El aumento de la capacidad de producción y los resultados finales más precisos benefician tanto a los dentistas como a los pacientes.
Mejora la experiencia del paciente
Como en todas las industrias, los clientes siempre se consideran el factor más importante en cualquier negocio, y la industria dental no es diferente, especialmente con la presentación de esta nueva tecnología de impresión 3D en la industria. Como resultado, las impresoras dentales 3D crean modelos de las áreas problemáticas de sus pacientes como parte del proceso de preparación de la cirugía, lo que reduce la ansiedad y aumenta la aceptación del paciente. Además, los procesos son generalmente más rápidos ya que los elementos digitales eliminan pasos redundantes consiguiendo que la visita del paciente sea más rápida y sencilla. Además, los productos pueden ser más agradables estéticamente y los tratamientos más precisos y menos invasivos, contribuyendo a que la experiencia del cliente sea más fácil y agradable de lo que era antes. Recordemos que antes el paciente tenía que acudir regularmente durante un mes y los resultados muchas veces no eran los esperados, dando como resultado un paciente insatisfecho.
Ahorran dinero
Ahorrar dinero es una de las mayores ventajas que una impresora 3D trajo a la industria dental tanto para los pacientes como para los médicos; en otras palabras, es realmente beneficioso para todos porque el coste de administrar un laboratorio dental puede alcanzar cifras estratosféricas. Por supuesto, alimentar de manteriales una impresora 3D constantemente supone también una inversión, pero es mucho más baja que lo que supone un clásico laboratorio dental. Además de eso, emplear personal capacitado para producir implantes dentales tradicionales representa una inversión considerable
Sin embargo, los profesionales dentales no son los únicos que ahorran tiempo y dinero con las impresoras 3D dentales. Los costos más bajos de materiales y mano de obra también significan precios reducidos para sus pacientes. Y con la mayor precisión y velocidad de las impresoras dentales 3D, la cantidad de visitas posteriores que necesitan los pacientes se reduce significativamente.
Estimaciones apuntan a que el precio total de la atención dental podría bajar en un 80%, en función de lo que se necesite. Además, el nivel de precisión del trabajo es mucho mayor lo que se traduce en pacientes más felices.
El trabajo queda “en casa”
Los dentistas pueden llevar el trabajo de los laboratorios dentales a sus propias instalaciones. Son extremadamente fáciles de usar, lo que significa que no tendrá que pagar más por el trabajo de laboratorio dental. En cambio, los propios dentistas suelen ser capaces de utilizar las impresoras para producir de forma rápida y sencilla coronas, moldes, modelos, puentes y cualquier otra cosa que de otro modo producirían los técnicos de laboratorio.
Recurrir a subcontratar la fabricación de dispositivos con un laboratorio dental no beneficia ni a los dentistas ni a los pacientes por la cantidad de tiempo y dinero que cuestan dichos laboratorios. Es por eso que las impresoras 3D se utilizan cada vez más ya que permiten al dentista trabajar por sí mismo.
Si bien la mayoría de las impresoras 3D industriales tienen precios que oscilan entre 18 mil y 80 mil €, los profesionales dentales pueden obtener impresoras 3D “de escritorio” profesionales por 5 mil € o menos, sin sacrificar las velocidades de impresión o la precisión del acabado.
La industria médica cree que esta tecnología puede crear una revolución si se dirige adecuadamente. Permite innovaciones revolucionarias que pueden llevar a la ciencia médica a escalar exponencialmente.
Estos son solo algunos ejemplos del alcance más amplio de cambios que la odontología digital y los procesos de impresión 3D están trayendo a la industria dental. No hay duda de que este es el futuro de la industria dental, ofrece muchas oportunidades y formas nuevas y emocionantes de hacer la vida más fácil a pacientes, dentistas y técnicos dentales.
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