Hipnosis aplicada a la práctica dental

Los avances tecnológicos modernos en las profesiones dentales han logrado resolver problemas existentes desde hace siglos. Sin embargo, existe una gran variedad de trastornos psicológicos y psicosomáticos que todavía nos desafían y no somos capaces de tratar a los pacientes que los sufren. A pesar de que el campo del manejo del dolor ha experimentado un avance significativo, muchas personas a día de hoy siguen evitando visitar al dentista por miedo o ansiedad. La hipnosis clínica parece aportar ventajas en el campo de la odontología ya que ayuda a neutralizar el nerviosismo y la fobia indefendibles en los mencionados pacientes. Cantidad de dentistas, que utilizan la hipnosis como apoyo, reportan ser más capaces de aliviar el dolor y el miedo de sus pacientes bajo cuadros de ansiedad. Este artículo proporciona únicamente una idea de las ventajas de la hipnosis como terapia y explora sus aplicaciones en el campo de la odontología.

Introducción

Estereotípicamente hablando, la hipnosis siempre se ha considerado un método de manipulación debido a los mitos y eso se debe a los mitos que han alimentado durante siglos conceptos erróneos y representaciones mentales equivocadas en torno a ella. De hecho, el objetivo principal de la hipnoterapia no es manipular al paciente sino brindarle las herramientas que necesita para recuperar el control de sus comportamientos, sentimientos y emociones.

La etimología de la palabra “Hipnosis” nos lleva hasta el griego, en cuyo idioma su significado es “dormir”. Representa un estado consciente modificado naturalmente. El individuo entra en un estado hipnótico llamado trance, que no es inducido artificialmente y es radicalmente distinto al estado de conciencia habitual.

Mediante la observación de cambios neurofisiológicos, hoy sabemos que es precisamente esta “conciencia alterada” lo que diferencia la hipnosos de otros estados como la meditación o relajación. Si bien es cierto que durante un estado hipnótico el sujeto resulta ser muy sugestionable, este mantiene la concentración y el potencial para tomar sus propias decisiones en cualquier momento.

Los dentistas que utilizan la hipnosis con regularidad en sus prácticas clínicas aprecian una variedad de ventajas significativas, lo que proporciona a la hipnosis clínica un amplio espectro de aplicaciones muy variadas como pueden ser las siguientes: Alivio de miedos y ansiedades, reducción tanto de la percepción como de la gravedad del dolor durante los procedimientos, control del sangrado y la salivación (tanto para aumentar como para disminuir el flujo, según sea necesario), control del bruxismo (rechinar los dientes), chuparse el dedo y otros hábitos, y promoción de modificaciones conductuales asociadas a la optimización de la salud bucal.

Entre muchas opciones para el manejo y modificación del comportamiento, la hipnosis representa una de las formas más antiguas y no invasivas de controlar la ansiedad dental en niños, adultos y pacientes geriátricos y, por lo tanto, obtener un mejor resultado del tratamiento, así como una buena experiencia y satisfacción del paciente.

¿Cómo funciona?

Se cree que la hipnosis proporciona acceso directo a la mente subconsciente de una persona. En esencia, es el subconsciente el principal responsable de gran parte de lo que hacemos y cómo nos sentimos. La ciencia ha demostrado que la hipnosis implica estar en un estado de trance, experimentando relajación al mismo tiempo que se dispara la imaginación. En este estado, donde se libera el subconsciente, observamos una alteración en la composición de las ondas neuronales, especialmente en los canales de EEG de la corteza prefrontal y occipital derecho. La mente es extremadamente susceptible a las sugerencias del hipnoterapeuta, que condicionan el punto de vista de los sujetos para influir en su percepción, sentimientos, pensamiento y comportamiento. Sin embargo, para que tengan efecto, las sugerencias deben ser razonables y aceptables para el paciente.

Uso de la hipnosis en la práctica dental

La hipnosis puede brindar un alivio considerable a los pacientes con cuadros de ansiedad y facilitar el desempeño de la labor del dentista, pero se utiliza principalmente para ayudar a los pacientes a relajarse. A medida que la relajación aumenta el umbral del dolor, se reduce la necesidad de anestesia local. E incluso si es necesario, se tolera mejor. Por tanto, el uso de la hipnosis como estrategia general de relajación es ciertamente posible y existen informes documentados de su uso tanto en adultos como en niños.

Además, los beneficios clínicos que pueden derivarse de la hipnosis pueden ayudar en amplio abanico de campos: control de la odontofobia, disminución de las náuseas como reflejo activo, dolor de la neuralgia del trigémino, control del dolor orofacial crónico benigno, trastornos de la articulación temporomandibular (TMD), adaptación a las dentaduras postizas, modificación de comportamientos tales como chuparse el dedo o el bruxismo. 

A mayores, la hipnosis puede controlar el flujo salival y el sangrado ya que la xerostomía y la hemostasia se pueden inducir a través de sugestiones hipnóticas, como, por ejemplo, visualizando estar en un desierto en un día caluroso y notar lo seca que se vuelve la boca por falta de agua. 

La hipnosis en niños y adolescentes, por supuesto, también es posible, pero mucho más difícil de administrar que en los adultos. También es cierto que no todo el mundo es susceptible a la hipnosis ya que este fenómeno también tiene alguna asociación con la genética y la estructura cerebral.

La sugestión hipnótica también se utiliza en el tratamiento de pacientes pediátricos. Esto involucra las técnicas de distracción, reencuadre y sugerencias de imágenes. Es eficaz con niños de 8 a 12 años, pero incluso un niño de cuatro años puede mostrar capacidad de respuesta.

Métodos actuales de hipnosis

Surge una distinción entre un tipo profundo de hipnosis y uno ligero. Además, ambos tienen aplicaciones diferentes. 

La hipnosis profunda lleva mucho tiempo por lo que no es apta para la práctica dental habitual. Una hipnosis "ligera" es más fácil y rápida de alcanzar, lo que la convierte en una práctica dieal durante tratamientos habituales y diarios; por ejemplo, para tranquilizar a un paciente nervioso en cuestión de minutos

Los dentistas utilizan sugerencias positivas para tratar a los pacientes. Palabras o acciones que inspiran confianza en el dentista aliviarán la ansiedad y el miedo del paciente. Los métodos hipnóticos informales incluyen el uso de expresiones como "te sentirás muy cómodo" o "te gustarán los resultados" y esta puede ser una potente técnica para la gestión de los pacientes más preocupados. 

Conclusión

La hipnosis tiene muchas aplicaciones dentro del campo dental, que van desde la simple relajación del paciente con un cuadro de ansiedad hasta la analgesia completa para la cirugía. La hipnosis clínica puede ser una herramienta increíblemente valiosa en odontología.

Referencias

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